En Chablé Maroma, la experiencia no termina en la elegancia de sus espacios o en la sofisticación de su hospitalidad. Aquí, el verdadero valor reside en la armonía entre entorno, bienestar y propósito. Frente a uno de los fenómenos naturales más debatidos en la región —el arribo del sargazo—, esta propiedad ubicada entre la selva y el mar ha adoptado una postura clara: actuar con respeto, ciencia y responsabilidad.
El sargazo, una macroalga marina flotante, ha incrementado su presencia en las costas del Caribe mexicano en la última década. Aunque en su origen cumple un papel importante en los mares, su llegada a las playas plantea retos en distintos niveles. La comunidad científica atribuye este fenómeno a una combinación de factores: enriquecimiento de nutrientes en el Atlántico, cambios en la temperatura del océano y alteraciones en los patrones de viento —muchos de ellos, ligados al cambio climático.
En este contexto, Chablé Maroma ha desarrollado un protocolo de limpieza diario que respeta tanto las normativas como la morfología natural de su playa. A partir de las 7:00 a.m., un equipo especializado realiza recolección manual del sargazo. Esta actividad no solo permite mantener la playa en condiciones óptimas para los huéspedes, sino que lo hace sin comprometer la estabilidad del entorno costero. En lugar de maquinaria pesada, se emplea una sargacera especial, jalada por un tractor, que recoge el alga sin remover excesivamente la arena, evitando así procesos de erosión.
Este enfoque se alinea con los lineamientos técnicos establecidos por las autoridades ambientales, que subrayan la importancia de métodos no invasivos, la protección de la biodiversidad, la recuperación de sedimentos y la minimización de emisiones derivadas de la descomposición del sargazo.
Cabe destacar que la ubicación de Chablé Maroma —protegida por formaciones arrecifales del Sistema Arrecifal Mesoamericano— favorece una menor concentración de sargazo en comparación con otras playas de la región. Esta geografía no es solo un privilegio visual: es también una barrera natural que permite gestionar el fenómeno con mayor eficacia.
El compromiso con el cuidado del entorno no termina en la orilla. Chablé Maroma forma parte de los esfuerzos comunitarios y colaborativos del destino, sumándose a redes de monitoreo y estrategias compartidas que buscan transformar este reto en una posibilidad de mejora continua.
Así, mientras se disfruta de una cena frente al mar o de un coctel creado por RAYO BAR, los huéspedes pueden tener la certeza de que cada detalle —incluso los invisibles— ha sido cuidado con precisión, respeto y una visión que abraza el presente sin comprometer el futuro.
Descubre más sobre este santuario frente al mar, donde cada experiencia refleja un compromiso genuino con la belleza, la serenidad y el entorno. Explora todo lo que Chablé Maroma tiene preparado para ti, y empieza a imaginar tu próxima estancia.
Chablé Maroma
Durante tu estancia, puedes ser parte de un proyecto que protege y renueva el ecosistema del arrecife caribeño, al mismo tiempo que te invita a crear un vínculo genuino con este mundo submarino. Adoptar un coral es más que una acción ecológica; es una experiencia significativa, personalizada y llena de intención.